Código de las familias: justicia y racionalidad

La búsqueda del sentido de la justicia y la racionalidad para solucionar los problemas de la familia cubana constituye uno de los grandes propósitos del Código de las Familias resaltados la noche de este martes por Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Científica de Derecho Civil y Familia.


 Desde la escuela primaria Tony Alomá vecinos de las comunidades de la Aduana y Nuevo Holguín se reunieron para reflexionar sobre la pertinencia de aprobar el próximo 25 de septiembre en las urnas una norma jurídica que, por primera vez, en Cuba logra hacer coexistir “derecho y amor”.


Pérez Gallardo significó que es una ley que debe leerse con los ojos del corazón, pues en el documento un ciudadano puede encontrar cuestiones que le agradan y otras que no, pero esto no significa que otra persona no necesite de este camino legislativo para la concreción de su proyecto de vida.


Comentó que entre los términos que han generado mayor preocupación social se encuentra la sustitución de la Patria Potestad por Responsabilidad Parental, un cambio que no provoca ningún daño a los deberes y derechos de los padres y las madres, sobre todo porque se trata de derechos que adquieren en función de sus hijos y cuya responsabilidad más allá de jurídica es moral.


La protección al adulto mayor en una sociedad cada vez más envejecida que enfrenta una fuerte ola migratoria de jóvenes en edad fértil, insistió, hace aun más pertinente un Código de las familias que busca alternativas vinculadas al envejecimiento, otorga al cuidador familiar la protección que amerita y ofrece la posibilidad al anciano de revocar su donación como castigo a los ingratos.


El matrimonio igualitario, la adopción y la inclusión de los términos Autonomía Progresiva que en ningún momento deben confundirse con “permisivilidad” fueron otras de las cuestiones sobre las que reflexionó Pérez Gallardo en su intervención.


La historia de Cuba se distingue por la dignidad, los valores humanos y el encauzamiento feliz de las personas, principios plenamente recogidos en el Código de las familias, expresó Eliecer Peña, psicólogo de profesión y vecino del reparto holguinero de la Aduana.


Argumentó que se trata de un cambio de paradigma que busca terminar con resabios culturales, un Código moderno que deja de lado las ambiciones personales y subrayó que no hay mejor momento que este para aprobar la normativa, pues en tiempos de carencias materiales no se deben sumar problemas afectivos y sociales cuya solución recoge el Código de las familias.


El encuentro fue propicio, además, para entregar la condición de Familia Destacada y el Sello 62 Aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas a Yailet Peña Rodríguez, directora de la Empresa de Servicios Legales en Holguín con un papel destacado en la promoción del trabajo educativo y social en función de fortalecer las relaciones basadas en el respeto y la igualdad de la familia y la comunidad.


 


Tomado de www.ahora.cu